El poeta no es un fingidor
Bruno Marcos
Galería de Suicidas, un rarísimo libro en el que el autor va inventando poetas que acabaron con sus vidas. No sé por qué leo tan sólo las notas biográficas de los supuestos poetas y salto los poemas, que el autor –supongo- escribió para ellos.
Creo que mi inconsciente parte de que, en la falsa antología, sólo tienen interés los personajes esbozados porque la poesía es una falsificación y, para mí, en la poesía debe radicar la verdad del autor. Pero, ¿qué ocurriría si va y me gusta uno de esos poemas falsificados, si, de pronto, encuentro, en uno de ellos, la más sublime plasmación de mi visión del mundo?¿ Qué sucedería si, por azar, leyese uno de esos poemas sin saber que son impostaciones en identidades poéticas inventadas y me encantase?
Seguramente soy menos postmoderno de lo que pienso –gracias a los dioses- y creo en la residencia del yo trascendental en el autor y, por eso, a diferencia de tantos, nunca me hicieron mucha gracia los heterónimos de Pessoa, ni compartí, en absoluto, su: “El poeta es un fingidor”.
1 Comments:
lamento que la fama finalmente haya sacado a la luz al escritor secreto que eras
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